Acompañante

Terapéutico Rosario

El Acompañante Terapéutico brinda una atención integral que contiene y acompaña al paciente y al grupo familiar.

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Funciones del Acompañante Terapéutico

Qué es un Acompañante Terapéutico Rosario

En primer lugar hay que destacar que un Acompañante Terapéutico es un auxiliar de salud con conocimientos teóricos y prácticos de psicológica. Por lo tanto realiza actividades que tienen que ver con la asistencia a personas con determinados trastornos o patologías.

Cuál es nuestro Perfil de AT

Nuestro Perfil de AT se nutre de Asistentes con conocimiento avanzado en psicología y experiencia comprobable. Este fue el secreto de nuestro éxito desde hace más de 10 años. Somos el brazo armado de la Terapia Existente, somos respetuosos y cuidadosos con el tratamiento que se está aplicando.

¿Cómo contrato un AT?

Cuando se comunican con el sector comercial se concierta una cita con el departamento de Acompañamiento Terapéutico. Aquí se abordan las necesidades, se conoce al paciente, a su familia, se conversa acerca del entorno, las facilidades y dificultades con las que se cuentan y los objetivos esperados.

Se realiza un encuentro con el AT y el médico que viene siguiendo el caso del paciente para ponernos al corriente de la situación terapéutica y a partir de allí se toman instrucciones médicas, siendo el AT el brazo armado de la terapia existente.

¿Qué diferencia hay entre un AT y un Asistente Domiciliario?

Un Acompañante Terapéutico, para decirlo a grandes rasgos, se ocupa de lo psíquico mientras el AD lo hace con lo físico. Ambas tienen muchos espacios en común pero es raro que un AT cambie un pañal e igual de raro que un AD note avances o retrocesos en cuadros patológicos.

Ambos trabajan en conjunto para ayudar a salir adelante a un paciente. Por lo general trabajan juntos ante acasos de discapacidad o con adultos mayores.

Puede ser un caso de ejemplo un niño que deba realizar adaptación escolar y precise para ello de un AT, pero cuando regresa a su casa el cuidado sostenido en el tiempo en el hogar lo realice un AD.

Los perfiles de reclutamiento son diferentes y sus responsabilidades, aunque a veces se toquen, son muy diferentes. Te invito a que sigas leyendo para que puedas comprender a fondo estas diferencias.

Acompañante Terapéutico Escolar

Un Acompañante Terapéutico Escolar ayuda al paciente a generar y sostener vínculos con sus pares aunque, claro está, puede ayudarlo a movilizarse si tuviera una dificultad motriz mientras que lo apoya en su desempeño cognitivo si tuviera inhibiciones emocionales.

Antes de comenzar se debe estar al tanto de la situación familiar y terapéutica. Después de una entrevista con la familia y seguido de una reunión con los médicos tratantes, el Acompañante Terapéutico comienza su labor.

A Medida que se conforma este equipo interdisciplinario el Acompañante Terapéutico tiene más herramientas para trabajar ya sea que el paciente necesite asistencia con restricciones cognitivas, conductuales, sensoriales o motoras.

Por lo tanto su labor consiste en desarrollar potencialidades. También detecta falencias en la atención sostenida y trabaja para fortalecerla. Sobre todo se tratan las dificultades en la tolerancia ante situaciones difíciles o incómodas.

Acompañante Terapéutico en Adicciones

Un Acompañante Terapéutico ayuda al paciente a través de un apoyo constante para facilitar su recuperación y evitar recaídas. La idea, por lo tanto, es llevar estructura a la vida cotidiana para facilitar hábitos saludables y fortalecer los vínculos sociales apropiados.

Ciertamente es una labor muy compleja y necesita del apoyo de familiares y profesionales como médicos, enfermeros, psiquiatras o asistentes domiciliarios.

No cualquiera puede estar a la altura de un acompañamiento de este tipo, por lo que se necesita de fuerte vocación y entrega al trabajo y mucho amor por el paciente, sobre todo ante recaídas.

Durante el acompañamiento se tienen entrevistas periódicas con familiares y personal de salud para tener un control cotidiano.

Finalmente se sociabiliza al paciente para que tenga una inserción sana en el mundo y sea capaz de generar vínculos duraderos y satisfactorios.

¿Cómo es un Acompañante Terapéutico?

Vamos a contestar a esta pregunta con sinceridad. Un AT es una persona que debe tener absoluta vocación. Es lógico que así sea porque está en permanente contacto con situaciones muy difíciles.

Imaginate por un segundo estar con tantos pacientes con situaciones de angustia o impedimento.

Está claro que son pequeños héroes que pasan inadvertidos por la vida y uno de nuestros objetivos es que todos puedan valorar al 100% su trabajo.

Cada vez que entran en contacto con un paciente deben hacerlo de manera estrecha, acá no hay lugar para ir por la mitad.

Los AT ponen el cuerpo además del alma porque muchos pacientes requieren ayuda motriz o pueden agredirlos.

También transitan por lugares peligrosos, a riesgo de su seguridad o la de sus pertenencias, con tal de acompañar a su paciente.

Tiene responsabilidad física además de emocional con sus pacientes (aunque no sea estrictamente su obligación).

Hay tantas cosas que te puedo contar que te vas a cansar de leer, pero tenés que saber que un AT es más que un «acompañante», es parte de la vida del paciente y de su familia.

LEGALIDADES DEL ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO

Acompañante Terapéutico RosarioAcompañante Terapéutico RosarioLEGALIDADES DEL ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO ROSARIO3 Lic. Pablo Dragotto La propuesta de escribir sobre este tema nos invita a reflexionar acerca de la noción de ley y de legalidad. ¿Qué otorga legalidad a una práctica o actividad social? ¿Lo legal es sinónimo de legítimo? ¿Cómo se legitima una actividad o una profesión? ¿En qué sentido podemos hablar del acompañamiento terapéutico rosario como una práctica legal, lícita y legítima? Partiremos de una breve revisión de definiciones y conceptos que nos permitan reflexionar acerca de la historia reciente y la actualidad del acompañamiento terapéutico rosario en nuestro país. En ese recorrido Acompañante Terapéutico Rosario podremos ver que el arribo

a instancias formales de legalización de la profesión de acompañante terapéutico (la sanción de leyes específicas de ejercicio profesional) constituyen una etapa avanzada de un proceso que ha transcurrido por otras instancias y momentos de construcción de una legitimidad que se ponen en juego a diario en cada acompañamiento. En ese sentido podríamos hablar de legalidades Acompañante Terapéutico Rosario en plural (clínicas, históricas, institucionales, académicas, formales) o de un proceso de legitimación que se desarrolla en cada uno de esos campos. Este proceso está abierto y en curso, es una historia viva y Acompañante Terapéutico Rosario en desarrollo, en la que una praxis específica, surgida de

la creatividad y el deseo puesto en acto de uno o varios grupos de personas, en Acompañante Terapéutico Rosario un momento histórico y en un contexto social precisos, devino en una nueva profesión en el campo de la salud mental y comunitaria en tanto dió respuesta a necesidades concretas de la época. De alguna manera, la necesidad social de establecer leyes, normas y procedimientos acerca de determinada conducta Acompañante Terapéutico Rosario o quehacer, implica que dicha actividad ha adquirido la suficiente entidad y presencia social como Acompañante Terapéutico Rosario para requerir tal intervención. Definiciones Acompañante Terapéutico Rosario Volviendo ahora a las preguntas que dieron origen a estas reflexiones, consultemos qué dice el

diccionario de la Real Academia Española respecto de los términos a los Acompañante Terapéutico Rosario que nos referimos cuando hablamos de legalidades: La ley es, entre otras acepciones: (1) Un precepto dictado por la autoridad competente, en que se manda o prohíbe algo en consonancia con la justicia y para el bien de los gobernados; (2) En el régimen constitucional, disposición votada por las Cortes y sancionada Acompañante Terapéutico Rosario por el jefe del Estado; (3) Estatuto o condición establecida para un acto particular. Como sucede Acompañante Terapéutico Rosario en las leyes de una justa, de un certamen, del juego Y también: (4) Lealtad, fidelidad, amor. Lo legal, de

lo cual se desprende la noción de legalidad, es definido como: (1) Prescrito por ley y conforme a ella, (2) Perteneciente o relativo a la ley o al derecho, (3) Verídico, puntual, fiel y recto en el cumplimiento de las funciones de su cargo, (4) Leal o formal en su comportamiento. A su vez, el término lícito, se define como aquello que es: (1) Justo, permitido, según justicia y razón, y (2) Que es de Acompañante Terapéutico Rosario la ley o calidad debida. Por último, decimos que algo es legítimo, cuando es, (1) Conforme a las leyes, (2) lícito, justo y (3) Cierto,

genuino y verdadero en cualquier línea. Este breve recorrido por las definiciones delimitan un campo de la legalidad y la legitimidad que en sus fronteras más abarcativas incluye todo aquello que no ha sido explícitamente prohibido así como todo aquello que puede ser considerado justo, veraz, leal, 3 Una primera versión de este articulo fue publicado en el libro El acompañamiento terapéutico rosario como dispositivo (Mauer S y Resnizky S, Buenos Acompañante Terapéutico Rosario Aires, Letra Viva 2011) Origen del Acompañamiento terapéutico rosario ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO ROSARIO13 . Lic. Pablo Dragotto y Lic. María Laura Frank Origen El acompañamiento terapéutico rosario (A.T.)14 es un recurso que surge a

mediados de la década de los ‘60 en Argentina, si bien algunos autores mencionan Acompañante Terapéutico Rosario antecedentes de este rol en algunos países europeos a principios del siglo XX. La práctica del acompañamiento terapéutico rosario ha tenido un gran desarrollo en Latinoamérica, principalmente en Argentina, Uruguay y Brasil. Se origina en el campo de los tratamientos en salud mental, en un contexto de auge de nuevas teorías y Acompañante Terapéutico Rosario de búsqueda de nuevas herramientas terapéuticas para Acompañante Terapéutico Rosario abordar patologías que anteriormente se consideraban intratables o condenadas al confinamiento asilar (psicosis, demencias, adicciones, etc.); etapa caracterizada por la aparición de recursos alternativos tales como el hospital

de día o las comunidades terapéuticas. Según diversos autores, el apogeo de la teoría psicoanalítica, la mirada sobre la familia que aportó la teoría sistémica, los desarrollos del psicodrama y la psicoterapia de grupo junto a los cuestionamientos de la antipsiquiatría a los abordajes clásicos crearon un terreno fértil para que este recurso naciera. Surge de la mano de las Acompañante Terapéutico Rosario ideas que evitan la marginación y la estigmatización del paciente, en un intento de evitar la internación psiquiátrica o haciendo que la misma sea más acotada. Aparece como respuesta a una encrucijada en la cual nos ponen algunos pacientes que

presentan dificultad para ser abordados terapéuticamente: pacientes graves, crónicos, impulsivos. Al decir de Kuras S y Resnisky S (1985) “…el rol del A.T. encuentra su origen en una concepción psiquiátrica dinámica opuesta al planteo clásico que confina al enfermo mental con el rótulo de loco, alejándolo de su familia y de la comunidad. El A.T. Acompañante Terapéutico Rosario como agente de salud, se inscribe en la corriente que busca restituir la posibilidad de diálogo con la sinrazón. “El trabajo del A.T. es fundamentalmente asistencial (…). Surgió como una necesidad clínica en relación a pacientes con quienes los abordajes terapéuticos clásicos fracasaban.” Acompañar El

A.T. es un dispositivo que permite diseñar una estrategia adecuada a la singularidad de cada paciente, dependiendo de la situación que el sujeto esté atravesando. Para ello el acompañante terapéutico (a.t.) se insertará en la vida cotidiana del paciente, donde este se encuentre compartiendo con él “su mundo”, su cotidianeidad. Acompañante Terapéutico Rosario Trabaja siempre inserto en un equipo terapéutico colaborando, siguiendo y expandiendo la estrategia del terapeuta. Entre las múltiples funciones que puede cumplir un acompañante terapéutico, se destacan las de contención y socialización, en tanto y en cuanto su trabajo parte de un posicionamiento epistemológico e ideológico que entiende que las

personas aquejadas de patología mental son parte de la sociedad y su tratamiento debe realizarse, siempre que sea posible, prescindiendo del aislamiento. Contención a través de un vínculo humano que posibilita que el sujeto no sea segregado de la trama social y relacional a la Acompañante Terapéutico Rosario que pertenece. Es una apuesta a la emergencia de la subjetividad a través del desarrollo de un vínculo que contemple la alteridad. 13 Texto modificado del que fuera publicado en el libro ““Conceptualizaciones y Experiencias en A. T.” (2012) Córdoba. Editorial Brujas 14 Tal como se viene utilizando en la literatura específica, la sigla A.T.

se refiere a ‘Acompañamiento terapéutico rosario’, mientras que las iniciales en minúsculas ‘a.t.’ se refieren a acompañante terapéutico. 205 El término acompañar deriva del vocablo latino Cumpanis, el cual designaba a los compañeros que se reunían para elaborar una materia prima, Acompañante Terapéutico Rosario el pan. La inclusión del prefijo “a” a la palabra compañero provoca algunos cambios: introduce una asimetría en el vínculo y marca una dirección, el acompañante es quien camina junto a otro, es una presencia comprometida (Saurí F 1997). Esta presencia es uno de los fundamentos del AT al decir de S. Resnisky (2004), “El sujeto se constituye en redes

relacionales, o sea en relación con otros y nuestra idea sobre la cual basamos la conceptualización del acompañamiento es que el psiquismo es un psiquismo abierto que se va constituyendo, que no esta constituido de Acompañante Terapéutico Rosario una vez y para siempre. Es cierto que los encuentros inaugurales, los primeros encuentros y las situaciones que dieron origen al psiquismo son sumamente importantes, pero no son la única determinación. Esta posibilidad de un psiquismo abierto es lo que le da sentido al hecho de que otros encuentros significativos, no cualquier encuentro, también pueden ser constituyentes de subjetividad y también pueden armar marca, armar

aparato (psíquico). (…) Estamos hablando de un aparato psíquico en formación permanente,… de un sujeto que va deviniendo con otro, con la idea de que uno no es de una Acompañante Terapéutico Rosario manera y para siempre, sino que va deviniendo en contacto con el otro, pensamos que cada encuentro le impone al psiquismo un procesamiento y ofrece la posibilidad de un proceso de transformación.” Más que dar una definición de acompañamiento terapéutico rosario nos interesa delimitar un campo y una modalidad en un rol dentro del trabajo en equipo en salud mental. Algo que caracteriza al a. t. es su capacitación específica para

trabajar desde ese rol. Desde sus inicios la formación de los acompañantes terapéuticos se desarrollaba de manera informal a través de grupos de estudios, cursos Acompañante Terapéutico Rosario y capacitaciones no oficiales. Acompañantes de trayectoria tenían la vocación de trasmitir su experiencia a las nuevas generaciones, en su gran mayoría estudiantes de psicología, psicólogos o personas provenientes de otras disciplinas de la salud. Esta realidad se va modificando gradualmente a medida que se sancionan de leyes de ejercicio profesional del rol del acompañante terapéutico y la apertura de tecnicaturas universitarias en las distintas regiones de nuestro país. El at trabaja siempre en el

marco de un interdisciplinario, bajo la supervisión y coordinación de los profesionales tratantes del paciente. Por lo que la inclusión Acompañante Terapéutico Rosario de un a.t. cobra un sentido no solo a partir de la necesidad o el pedido que formule el paciente y/o su familia, sino fundamentalmente a partir del lugar que le hace el terapeuta que conduce el tratamiento. La inserción del a.t. siempre tiene un “para qué” implícito aun cuando este no siempre pueda formularse en términos de objetivos; y ese para qué no se basa en el sentido común o en la ética del bien común sino en una

estrategia terapéutica basada en la evaluación y comprensión que el equipo terapéutico tiene de la Acompañante Terapéutico Rosario problemática del paciente y de sus síntomas de acuerdo con su marco teórico de referencia. En ese sentido, la implementación de acompañamientos terapéuticos se lleva a cabo actualmente por equipos conformados por médicos y psicólogos de las más diversas escuelas teóricas en el campo de las psicoterapias, la rehabilitación y la salud mental. Las concepciones de ser humano, de psiquismo, de la patología y de la terapéutica serán distintas en cada caso, y por ende las consignas y los objetivos planteados para el A.T. El

análisis de la demanda y el armado de la estrategia Acompañante Terapéutico Rosario de AT debe ser pensada en su especificidad de las distintas modalidades de tratamiento, problemáticas a abordar y esquemas conceptuales referenciales operativos. Otro elemento distintivo de esta praxis es que la misma se inserta en la vida cotidiana del paciente, interviniendo en la misma de modo tal de posibilitar cambios que tiendan a una mejor calidad de vida, a la traslación a este ámbito del trabajo terapéutico. Es por ello que las herramientas e intervenciones de los a.t. no apuntan tanto a la conflictiva intrapsíquica del paciente, la cual es

competencia del psicólogo, (aunque el Acompañante Terapéutico Rosario a.t. pueda tener cabal comprensión de la misma tanto por su formación como por el trabajo en equipo), sino que priorizan los aspectos relacionales y de participación en el espacio social público. El ejemplo dado por Altomano (1994) para diferenciar el rol del analista y del a.t. en el 206 tratamiento de una persona que padece agorafobia es bien conocido: allí donde el analista podrá indagar en las determinaciones inconscientes del síntoma, interpretando el mismo en relación a la historia del sujeto, la conflictiva intrapsíquica, lo reprimido etc., el a.t. intentará salir al espacio público

Acompañante Terapéutico Rosario con el paciente evaluando empáticamente a cada paso si con esa persona en ese momento es conveniente insistir o esperar, alentar o disuadir, darle la mano o mantenerse a cierta distancia para que pueda trascender las limitaciones impuestas por la enfermedad. El a.t. trabaja inserto en la vida cotidiana, ingresa en el mundo real, representacional y de relación del sujeto que acompaña, no es un ingreso circunstancial, es función del acompañante el trabajo “en” y “con” lo cotidiano. Desde la observación hasta las intervenciones en ese mundo real (su casa, institución, trabajo los espacios, los Acompañante Terapéutico Rosario tiempos, los hábitos, etc), intervenciones

en su mundo de relación, (lo vincular de lo cotidiano, la familia, los vecinos, los compañeros), así como también los hábitos, las rutinas, la circulación por la ciudad, todos estos elementos son el campo de trabajo de trabajo del acompañante y no presencias ocasionales que aparecen durante los acompañamientos. Estos movimientos solo son posible a partir del vínculo que se establece entre el at y el paciente, respetuoso de la ética, en abstinencia. Este vínculo es el fundamento de esta clínica particular, es la herramienta y el aspecto central del Acompañante Terapéutico Rosario acompañar. El AT en definitiva puede ser pensado como una

oferta vincular diferente. Resumiendo podemos pensar tres pilares definitorios del rol del A.T. el trabajo en equipo, lo cotidiano y el vinculo Así como la capacitación es fundamental para el AT y lo distingue de otros roles como el de amigos, voluntarios y cuidadores, no menos importante es la psicoterapia personal y la supervisión de su trabajo. La referencia al trípode de la formación clínica (estudios de la teoría y la técnica, análisis personal y supervisión) están contemplados en el código de ética de AT Acompañante Terapéutico Rosario elaborado por la Asociación de AT de República Argentina sancionado en 2012. El AT a

nuestro entender se debe inscribir en esa tradición de la psicología clínica que, a sabiendas que trabajamos con un sujeto humano y que nosotros mismos somos nuestro instrumento de trabajo, considera indispensables la elaboración de la conflictiva personal en su propia psicoterapia y el control de su tarea en la supervisión periódica con un clínico de más experiencia. Inserciones Si bien el AT surge en el marco de los tratamientos de las adicciones y la psicosis, con el devenir del Acompañante Terapéutico Rosario tiempo el campo de abordaje del AT se fue ampliando a diversas patologías y diferentes contextos, sin perder la particularidad

del rol. No desarrollaremos aquí cada uno de esos campos pero a modo de resumen señalaremos algunos. Para una mejor exposición los presentamos ordenados según la problemática que abordan, según la edad de los pacientes y según el ámbito desde el cual se solicita al AT o en el cual se desempeña la tarea, entendiendo que estas son clasificaciones que tienen una finalidad de facilitar la presentación pero que en la práctica no se excluyen Acompañante Terapéutico Rosario mutuamente sino que aparecen interrelacionadas. También queremos remarcar que la condición de un diagnostico o una circunstancia vital no conllevan la necesidad de incluir una

estrategia de AT, es siempre pensado en la singularidad de cada caso que el equipo terapéutico va a tomar la decisión de incorporar el dispositivo de AT para favorecer y expandir su estrategia clínica. Según la problemática a abordar podemos distinguir los campos referidos a (a) Salud Mental, (b)Discapacidad, (c)Trastornos Neurológicos y Demencias, (d) enfermedades en estadio Terminal , (e) Ámbito judicial y (f) Ámbito educativo El trabajo en el Acompañante Terapéutico Rosario área de la salud mental, ya mencionado anteriormente, se refiere a todos aquellas problemáticas que tradicionalmente han sido abordadas terapéuticamente por la psicología y la psiquiatría, enfatizando lo dicho más

arriba respecto a que el a.t. trabaja en aquellos casos que ofrecen una mayor dificultad al tratamiento ya sea por las dificultades de simbolización de estos pacientes, el déficit en el control de los impulsos, la 207 falta de contención familiar o social adecuada. “…es la clínica del desvalimiento, donde anida el acompañamiento terapéutico rosario, son las patologías del desamparo, las patologías del no ser, las Acompañante Terapéutico Rosario que convocan de una manera más unívoca al Acompañamiento terapéutico rosario.” (Resnisky, S. 2004) El campo de las psicosis, las adicciones, los trastornos borderline, momentos de desorganización y crisis en pacientes neuróticos, duelos patológicos, son solo

algunos ejemplos de cuadros en los que puede ser pertinente la implementación de un AT. Posibilitando tratamientos acordes a las nuevas leyes de salud mental. Posibilitan el tratamiento ambulatorio evitando internaciones, favorece que las internaciones en caso de ser inevitables sean breves, los procesos de internación y de rehabilitación con acompañantes disminuyen la posibilidad de nuevas recaídas. Son los at Acompañante Terapéutico Rosario los que hoy sostienen las casas de medio camino, los hospitales de día, los talleres intrahospitalarios entre otro dispositivos sugeridos por las leyes de salud mental. La discapacidad es una de las áreas más amplias en la inserción de a.t.s,

tanto la discapacidad mental, los trastornos severos del desarrollo como la discapacidad física y la discapacidad física adquirida. Los acompañantes se incorporan para el abordaje integral desde la planificación del equipo a cargo ya sea en la escuela especial, hospital de día, talleres terapéuticos, o en el domicilio del paciente. Otorgando mayor eficacia terapéutica y Acompañante Terapéutico Rosario mayor calidad de vida, colaborando en la formación de apoyos que permitan al sujeto una mayor autonomía e independencia del medio ambiente. En todo grupo familiar en el que hay un miembro que padece una discapacidad (sea esta congénita o adquirida) ciertas pautas en las

relaciones tiende a instaurarse. Es frecuente observar la sobreprotección al discapacitado, así como la dedicación casi exclusiva a su cuidado de algún miembro de la familia (generalmente la madre). Esta situación sumada al carácter crónico de estas afecciones y a la frustración en las expectativas e ideales tanto del paciente Acompañante Terapéutico Rosario como de su familia, suele desembocar en sentimientos de ambivalencia, estados de tensión y cuadros depresivos (francos o encubiertos). La inserción de uno o más a.t. puede colaborar a descomprimir estas redes tan esenciales como son los vínculos familiares permitiendo que tanto el paciente como sus familiares experimenten momentos en

los que otro “se hace cargo” y que pueden tener espacios y tiempos separados el uno del otro. En este campo de trabajo el a.t. deberá formarse especialmente en el tratamiento de la discapacidad, los distintos tipos de discapacidad, modos de asistencia, tratamientos de rehabilitación, Acompañante Terapéutico Rosario técnicas para mover a un paciente con movilidad disminuida, lenguaje de señas, entre otros. Los trastornos neurológicos y las demencias constituyen un amplio campo de trabajo para los a.t. y las consultas para este tipo de casos son cada vez más frecuentes. Nos referimos a las demencias en general, el mal de Alzheimer y una

amplia variedad de trastornos diagnosticados y tratados desde la neurología (en algunos casos hay psicólogos en los equipos también) que requieren la realización de ejercicios y tareas cotidianamente para estimular cognitivamente al paciente, o requieren cuidados domiciliarios, ejercicios físicos, caminatas, Acompañante Terapéutico Rosario etc. El acompañante al insertarse en la vida cotidiana del paciente se convierte en una herramienta indispensable del equipo para trabajar la continuidad de las consignas planteadas en el equipo interdisciplinario tanto como para contener e intervenir con las familias. Como en todos los casos los acompañantes que trabajen en esta área tendrán la necesidad de una capacitación específica en

estas patologías y sus tratamientos. Una particularidad es que se trabaja con equipos numerosos conformados por varias disciplinas. En algunos casos se constituyen equipos para la rehabilitación y/o tratamiento de estos trastornos neurológicos en los Acompañante Terapéutico Rosario que se integran distintos profesionales (psicólogos, fonoaudiólogos, psicomotricistas, etc.) y en los que el at comienza a tener un lugar propio. En ese sentido, consideramos que la atención y la promoción de la subjetividad de los pacientes, así como su capacitación en salud mental, son características del rol del a.t. al integrar los equipos, que lo distinguen de otros roles técnicos. El acompañamiento a pacientes

con enfermedades orgánicas crónicas es un área de inserción para los a.t. que exige una capacitación específica para trabajar en 208 equipos interdisciplinarios, abordando lo subjetivo de la enfermedad siguiendo Acompañante Terapéutico Rosario las consignas de los psicólogos y psiquiatras del equipo ampliando la estrategia en lo cotidiano en todo lo referido a la aceptación y tratamiento de la enfermedad. También encontramos muchos at incluidos en equipos de cuidados paliativos con pacientes terminales, apuntan desde los cuidados paliativos a una mejor calidad de vida del paciente. En no pocas ocasiones se hacen voceros de los últimos trámites y decisiones del enfermo, que le

van permitiendo despedirse, afrontar activamente la última etapa de su vida. En estos momentos los familiares suelen estar muy afectados con el dolor del ser Acompañante Terapéutico Rosario querido y por su propio dolor ante la pérdida inminente. Wanda Campise sintetiza el rol del a.t.: “…Sintiendo un profundo respeto por el camino particular de cada persona que va a morir, se puede proponer acompañarlo y, eventualmente, ayudarlo en un contacto que no elimina a la muerte sino que pone al paciente en relación con ésta, como en el nacimiento. Ya que éste último tránsito hasta el morir puede permitir nacer completamente, antes de

desaparecer.” (Campise W. 2003) Actualmente, se están incorporando a.t.s en el ámbito judicial15 , un área de inserción relativamente nueva Acompañante Terapéutico Rosario en el campo del acompañamiento terapéutico rosario. El AT en este ámbito acompaña a familias que, por diversos motivos, se encuentran bajo regímenes de visitas controlados dispuestos por Tribunales de Familia. La implementación del recurso del acompañante terapéutico en los regímenes de visitas controlados fue pensada en respuesta a dos cuestiones. La primera tuvo que ver con la saturación del SARVIC. Y la larga espera hasta conseguir un turno. La segunda razón “tiene que ver con promover un espacio más cotidiano

para estos encuentros (que el ámbito tribunalicio) con la intención de evitar una mayor judicialización Acompañante Terapéutico Rosario de la conflictiva familiar” (Gigante C. y Giraudo M., Ib.) La inserción del AT en este ámbito permite entonces, que las visitas se lleven a cabo en lugares como el domicilio de alguno de los padres o algún lugar público (plaza, confitería, Shopping, entre otros). Dado que las familias que se acompañan generalmente atraviesan por situaciones conflictivas, signadas por acontecimientos de violencia física y/o simbólica, en las que se ha producido un avasallamiento subjetivo del niño/a el dispositivo de ATJ apunta a que las visitas

entre el adulto y el niño se configuren como un Acompañante Terapéutico Rosario espacio saludable. Es por ello que más allá de que el rol del AT se construye en relación a las singularidades de cada caso, pudiendo ser más o menos interviniente, siempre su función específica implica acompañar el vínculo resguardando la integridad física y psíquica del niño/a o el adulto a quien se visita. El AT acompaña al vínculo, operando como terceridad que representa la ley y excede a las partes en conflicto. De esta manera la inserción del At en este ámbito nos invita a analizar la confluencia de dos

campos en los que desenvolverse, Acompañante Terapéutico Rosario por un lado la clínica del acompañamiento y por el otro el ámbito jurídico. Por ellos es que el ATJ requiere de una formación específica que brinde las herramientas para intervenir desde lo clínico y también los recursos para abordar situaciones relativas a lo judicial, tales como audiencias, citaciones judiciales, entrevistas con letrados, entre otros. Por último queremos mencionar el acompañamiento en el ámbito educativo, en estos momentos es el área que ha tenido más crecimiento, deviniendo hoy en un recurso indispensable. El AT lejos de ser una maestra integradora, acompañará al niño/adolescente desde el

Acompañante Terapéutico Rosario abordaje terapéutico en la posibilidad de sostener la escolaridad, anticipando, conteniendo, planificando. La demanda de estrategias de AT en este ámbito tienen que ver con problemáticas de socialización, o conductuales, trastornos de conflictiva psíquica que interfirieren en el proceso educativo. Los acompañantes se insertan en el jardín de infantes, nivel pre-escolar, primario, y con menor frecuencia en el nivel medio y terciario. Actualmente encontramos muchos acompañantes trabajando en escuelas públicas y privadas, de escolaridad normal y en escuelas especiales. 15 Herrera N., Giraudo M., Machado R. y Brugger N. “AT Judicial” Ficha Interna Fundación Sistere Acompañante Terapéutico Rosario 209 Acompañamiento en distintos momentos

vitales El AT es un recurso que se inserta en las estrategias de tratamiento ante distintas problemáticas, crisis o trastornos en cada una de las etapas de la vida del sujeto, es por ello que en nuestra práctica fuimos observando que hay diferencias en la teoría y en la técnica del abordaje de cada una de ellas. El Acompañamiento al vínculo temprano, de la madre y el bebé, cuando por diversas razones (psicosis puerperales, psicosis en general, situaciones traumáticas simultaneas al embarazo, el parto o el puerperio) el psiquismo de Acompañante Terapéutico Rosario la madre es inundado por exigencias pulsionales o de adaptación

a una situación de emergencia que hacen que ella no cuente con la disposición necesaria para acoger al infante de manera adecuada. El a.t. asiste al vínculo ayudando a la madre a registrar, decodificar las necesidades del bebé y a que ella pueda brindarle esa asistencia fundante del psiquismo humano. Contiene a la madre para que pueda ser madre; contribuye a que esa mujer no sea desplazada, sustituida, destituida de su posibilidad de ejercer ese rol. La intervención con niños desde su nacimiento, impone cierta Acompañante Terapéutico Rosario adecuación en el manejo del tiempo, flexibilidad y creatividad por parte del a.t. La adecuación

de las intervenciones acordes a los distintos momentos del desarrollo es indispensable para el desarrollo de las intervenciones de los at. El espacio de acompañamiento puede estar poblado por títeres, cuentos, juegos, fabulas que colaboran en mediar, poner palabras, organizar al niño, interlocutores en este espacio intermedio que hay que crear entre los niños y sus acompañantes en el marco de una terapia que generalmente incluye también a la familia. En el trabajo con adolescentes ha sido, desde los comienzos, Acompañante Terapéutico Rosario un desafío para el A.T.. “El propósito era crear condiciones de amparo y sostén, ofrecer algún borde que ordene; sujetar

con presencia y escuchar, sobre todo escuchar. (…) Excesos y desmedida son una marca de nuestra época. Con estos comportamientos tóxicos, los adolescentes buscan aliviar y anestesiar transitoriamente sentimientos de vacío, de impotencia, de sufrimiento. Es fundamental ayudarlos a trazar algún borde para evitar los desbordes constantes de las patologías autodestructivas más acuciantes como la bulimia, la anorexia, el alcoholismo, las conductas violentas y otras adicciones” (Kuras, S.; Resnisky, S. 2005). La adolescencia es, quizás, Acompañante Terapéutico Rosario la etapa de la vida en la que la inclusión de un a.t. sea más dificultosa para el quipo terapéutico, aún cuando pueda ser muy

necesaria. En no pocos casos esta se lleva a cabo sin contar con la aceptación explícita del paciente Debido a su necesidad de autoafirmación, el adolescente es reacio a aceptar ayuda externa y mucho más a solicitarla aún cuando piense que puede venirle bien. Dada la importancia que tiene, para el adolescente, la valoración que de él haga su grupo de pares, el mostrarse con un a.t. puede constituir una Acompañante Terapéutico Rosario herida narcisística insoportable para el joven y verse expuesto a la burla despiadada de sus compañeros. El acompañante puede constituir un borde que aloje desde la presencia, no se trata

de proponerles pasatiempos sino ofrecer posibilidades más auspiciosas, evitando situaciones de riesgo, comprometidos en la búsqueda de referentes identificatorios. En la adultez, (exceptuando las patologías mencionadas en el apartado salud mental) los pedidos de a.t. más frecuentes se orientan a la depresión. En algunas circunstancias los adultos encuentran que el devenir no fue lo que ellos esperaban cuando eran jóvenes, esto puede desencadenar duelos de Acompañante Terapéutico Rosario la vida adulta (Kuras, S.; Resnisky, S. 2005). En este caso como en todo acompañamiento es importante tener una comprensión global del sujeto, no recortar los síntomas del contexto que este atravesando sin que se

convierta en justificación. En la adultez, muchas veces se hace necesario acompañar a personas con diagnósticos previos de discapacidad, por ejemplo síndrome de down. Es notorio que existen muy pocos centros de día para pacientes adultos con estas problemáticas; la mayoría está diseñada para niños y jóvenes. Con el avance de la medicina y de los conocimientos acerca de esta Acompañante Terapéutico Rosario población se ha extendido la expectativa de vida de estas personas. Hay actualmente una 210 numerosa población de discapacitados adultos que encuentran pocas alternativas para su rehabilitación, para facilitar vínculos con otros y para descomprimir las redes familiares. La tercera

edad, es otra de las áreas de inserción con mayor crecimiento para el trabajo del a.t., El desvalimiento del sujeto mayor, por la precarización de los vínculos que la modernidad impone, sumados a que por los motivos antes expuestos se ha extendido la expectativa de vida de las personas, aún cuando algunas de sus funciones Acompañante Terapéutico Rosario físicas y mentales puedan estar deterioradas. Hoy encontramos muchos a.t.s. trabajando en este campo y no solo a partir de la enfermedad. La mayor demanda en esta área es a causa de las demencias, el parkinson y también la soledad que va deviniendo en perdida

de facultades cognitivas y afectivas. Momentos e indicación El acompañamiento terapéutico rosario, puede implementarse en diferentes momentos del proceso terapéutico. En la etapa diagnóstica, ya que por su inserción en la vida cotidiana y familiar del paciente aporta información invalorable para el equipo acerca de la dinámica familiar, las interacciones, el Acompañante Terapéutico Rosario lugar donde el paciente vive, su modo de actuar y comunicarse. Así el equipo accede a información que, en otras circunstancias, rara vez le llega de primera mano, lo cual permite contar con más elementos para pensar un diagnóstico situacional y una estrategia terapéutica. Durante el proceso terapéutico puede suceder

que irrumpan situaciones de crisis agudas de personas que hasta el momento eran tratadas con las estrategias clásicas. Crisis psicóticas, pérdidas traumáticas, desintoxicaciones, crisis de angustia, entre otras. En estas situaciones la instrumentación de un A.T. puede contribuir al sostenimiento del sujeto y del tratamiento. Acompañante Terapéutico Rosario Una vez superada la situación de crisis será decisión del terapeuta si es pertinente continuar con esta estrategia o si se lleva a cabo un cierre y el tratamiento continúa con el encuadre anterior. Otra situación en la que el AT ha demostrado su utilidad es en el proceso de externación de personas que han

necesitado de una internación psiquiátrica. El pasaje brusco del ámbito controlado y aislado de la internación al afuera de la institución – generalmente anhelado por el paciente pero también con una cuota de negación de las dificultades que allí le Acompañante Terapéutico Rosario esperan – suele plantear una exigencia inmanejable para quien tiene un frágil aparato psíquico y a quien los vínculos cercanos no pudieron sostener adecuadamente. El paciente sale de alta y al salir vuelve al medio donde se encontraba antes de la internación. No son raras las recaídas y descompensaciones rápidas con la consecuente demanda de reinternación. La inclusión de un

a.t. algunos días antes del momento de la externación, colabora a construir puentes con el afuera, anticipar situaciones angustiantes, elaborar las ansiedades inherentes a esta situación y a que tanto el paciente como su familia Acompañante Terapéutico Rosario se preparen mejor para el momento de la salida. Hemos observado que en aquellos casos donde la externación fue trabajada con A.T., se favoreció la reinserción social y la búsqueda de un lugar donde vivir y hasta un trabajo, siendo mucho menor el índice de reinternación. Si bien el A.T. es un recurso preponderantemente asistencial, la función del at de acompañar en la externación demuestra

su alta eficacia en el nivel de abordaje de rehabilitación, así como también hay situaciones en las que su intervención puede pensarse con características preventivas. Uno de esos casos es Acompañante Terapéutico Rosario el trabajo con el vínculo temprano de la madre y el bebé, que describiéramos anteriormente, o el trabajo con los niños y sus familias. Resumiendo el acompañamiento terapéutico rosario es un recurso terapéutico que puede ser utilizado en los tres niveles de abordajes, en la prevención, el tratamiento y la rehabilitación en el campo de la salud mental. Modalidades El acompañamiento al abordar la singularidad de cada caso y la necesidad

de cada momento va adoptando diferentes modalidades de acuerdo a los contextos en las que 211 interviene. (S. Kuras, S. Resniky; G. Pulice, G Rossi) Acompañante Terapéutico Rosario Solo a modo de mención y para graficar esta situación podemos nombrar Institucionales: El a.t. se inserta en una institución acorde a una estrategia de un equipo, como hemos mencionado es el caso de las escuelas, hospitales, psiquiátricos, geriátricos, hospitales de día, etc. Allí pueden insertarse con el fin a acompañar un sujeto a partir de la demanda del equipo sosteniendo una estrategia desde la particularidad del caso, llamaremos a estos acompañamientos, individuales. Dentro de

las instituciones también se implementan estrategias grupales de acompañamiento, en talleres de reinserción social, laboral, comunidades terapéuticas, hospital de día, Acompañante Terapéutico Rosario etc. El rol del a.t. no pierde su esencia en esta modalidad, no se convierte en coordinador del taller, ni asistente. La función del at en un grupo es en definitiva acompañar al grupo a los fines de que se pueda desarrollar la tarea propuesta. La mirada del at no estará atenta un sujeto en particular, sino al grupo y su proceso, con estado de disponibilidad que permita acercarse a distintos miembros en distintos momentos si esto fuera necesario. Acompañamientos

Ambulatorios: en este caso el acompañamiento se desarrolla fuera de la institución. Desde el abordaje Acompañante Terapéutico Rosario terapéutico institucional o de un consultorio privado el equipo sostiene un abordaje en la cotidianidad del sujeto. En estos casos será aún más importante la claridad en el encuadre y contrato de trabajo. El a.t. coordinará la frecuencia, lugar y horas de acompañamiento según la estrategia planteada por el equipo. De acuerdo a la versatilidad del recurso la estrategia puede ser conformada de acuerdo a la necesidad del sujeto. En un acompañamiento puede intervenir un acompañante o varios acompañantes de acuerdo a la posibilidad vincular

y de conexión como de la cantidad de horas a Acompañante Terapéutico Rosario cubrir con el acompañamiento. Cuando la estrategia incluye varios acompañantes, es recomendable que se incorpore un coordinador que junto con el terapeuta o miembro a cargo del equipo tendrán todos los recaudos a la hora de implementar la estrategia. Internaciones domiciliarias: en caso de ser necesario se cubren todas las horas del día con un grupo rotativo de acompañantes. Se establecen turnos rotativos de acompañantes que abarcan las 24 horas del día, o las horas diurnas o las horas nocturnas, según la estrategia planteada. En estos casos es importante contar

con la presencia de un Acompañante Terapéutico Rosario coordinador del equipo de a.t. Cabe agregar que esta estrategia se utiliza ante casos de alto riesgo de auto o heteroagresión, algunas desintoxicaciones u otras crisis, cuando se descarta una internación por diversos motivos, o como primer paso posterior a una internación institucional. Abordajes familiares: El dispositivo de AT en lo cotidiano permite el abordaje de toda la familia en caso que la indicación así lo indique. Las estrategias descriptas en la bibliografía así como en la práctica de los acompañantes son variadas. Un acompañante o un grupo de acompañantes a bordan a la familia

Acompañante Terapéutico Rosario como una unidad, familias disfuncionales que no pueden sostener a sus miembros en especial con niños pequeños, situaciones traumáticas, duelos recientes entre otros son motivo de demanda para la inserción de acompañantes. Kuras S y Resnizky S (2011) nominan Abordaje familiares situacionales, cuando la intervención aloja a toda la familia. El “acompañamiento dual” descripto por Graciela Bustos (2016) implementa una estrategia en la cual un acompañante trabaja con el paciente mientras otro trabaja con su familia. este dispositivo permite ampliar la intervención acortando tiempos de tratamientos y generando modificaciones que permanecen en el tiempo. Algunos Acompañante Terapéutico Rosario aspectos técnicos En todos los

casos la indicación de un A.T. debe ser cuidadosamente evaluada por el profesional a cargo del caso y trabajada con el paciente y su familia. Es muy importante contar con la aceptación de la familia y del paciente (si estuviera en condiciones de hacerlo). El ingreso del acompañante debe ser trabajado con los terapeutas y por el at para obtener una favorable inserción y eficacia terapéutica. 212 Los acompañantes trabajan enmarcados por un encuadre de trabajo, este va a variar dependiendo de la línea teórica en la cual se enmarque Acompañante Terapéutico Rosario el equipo que está coordinando el caso. Este encuadre contempla

elementos propios del abordaje en acompañamiento como una clínica singular, que aborda lo cotidiano en tanto constitutivo de subjetividad. El acompañamiento terapéutico rosario como “Clínica de lo cotidiano” como denomina Leonel Dozza (2014) a partir de lo vincular en el despliegue de una estrategia permite diferentes intervenciones que son especificas del AT. Son recomendables las reuniones de equipo frecuentes y periódicas que sostengan el acompañamiento como parte integral del tratamiento. Es tarea de los acompañantes la elaboración de informes a partir de los cuales el equipo Acompañante Terapéutico Rosario pueda obtener la información necesaria para tomar decisiones sobre el devenir del tratamiento Situación actual

del campo del A.T. El acompañante terapéutico en la actualidad es un miembro más del equipo salud, su inserción alcanza la mayoría de las instituciones públicas y privadas. Podemos mencionar distintos hechos que han contribuido al logro una mayor visibilidad y consistencia del campo del AT: La producción teórica en el campo del acompañamiento ha crecido conjuntamente con la publicación de libros en el tema brindando el sostén teórico que justifica y apoya la alta eficacia clínica del recurso. Desde Acompañante Terapéutico Rosario el año 2001 a la fecha los congresos de argentinos de AT se realizan cada año con una creciente concurrencia

de acompañantes de todo el país y presentación de trabajos que fueron publicados en distintas revistas y libros del medio. Estos congresos se intercalaron con congresos iberoamericanos e internacionales, llevados a cabo en Argentina, Brasil, México y España lugares en los que el AT se ha desarrollado de manera significativa. La creación de AATRA (Asociación de Acompañantes Terapéuticos de la República Argentina) en 2003 fue la primera entidad de alcance nacional orientada a “velar por Acompañante Terapéutico Rosario las normas del ejercicio profesional relativas al AT y propender a la jerarquización del nivel académico de los títulos, así como del ejercicio de esta

profesión” (2003)16 17 . Esta práctica que nació en la marginalidad, poco a poco, fue obteniendo el reconocimiento legal de una nueva profesión, tal como lo resume Graciela Bustos (2011): El reconocimiento profesional del A. T. se ha visto reflejado en la nueva legislación que ha comenzado a regular el ejercicio profesional en distintas provincias y en la presentación de numerosos proyectos de Ley impulsados en diferentes lugares de la Acompañante Terapéutico Rosario Argentina.(…) San Juan fue la primera provincia en reconocer este nuevo espacio profesional a través de la sanción de la Ley Nº 7697 (…)en el año 2006; (…) Luego se

sumó la provincia de San Luis sancionando la Ley Nº III-0599-2007; que regula el ejercicio profesional de los acompañantes terapéuticos; explicitando en su artículo 4 que el A. T. dependerá del Ministerio de Salud de la Provincia, donde solicitará su matrícula profesional; reconociéndolo de esta manera como un profesional del campo de la Salud; Sumado a la sanción en el mes de octubre de 2010 Acompañante Terapéutico Rosario de la Ley de Salud Mental de la Provincia de Córdoba (Ley 9848) donde el Acompañamiento terapéutico rosario aparece mencionado en cuatro oportunidades, como recurso de la red prestacional, como recurso privilegiado que la medicación no

puede reemplazar y como recurso al cual el estado se compromete a incorporar progresivamente en los equipos de salud pública. (art. 23, 27, 40 y 47)18 . 16Estatutos de AATRA. 17 Desde unos años antes ya existía la Asociación de aatt de Bahía Blanca. 18 El texto completo puede ser consultado en: http://acompaniamientoterapeutico.blogspot.com/2010_10_01_archive.html 213 En este camino hacia la construcción Acompañante Terapéutico Rosario de este nuevo rol profesional, se suma la iniciativa de AATRA de elaborar en el año 2010 el primer Código de Ética19 que tiene como propósito proveer tanto principios generales como normativas deontológicas orientadas a las situaciones con que pueden

encontrarse los acompañantes terapéuticos en el ejercicio de su profesión, estableciendo así las reglas de conducta profesional que han de regir su práctica. A nivel nacional se están debatiendo distintos proyectos de ley que regulen el ejercicio de la profesión del AT en el Congreso de la Nación. En nuestra provincia el 2 de Noviembre Acompañante Terapéutico Rosario de 2016 la Legislatura de la Provincia de Córdoba sanciono por unanimidad la ley n° 10.393 que regula el ejercicio profesional del AT, si bien aún esperamos su reglamentación es un paso muy importante que ordena y encuadra la situación del AT. Por ultimo cabe

mencionar la tendencia hacia la formalización de la formación de los acompañantes terapéuticos evidenciada en la aparición de planes de estudio a nivel terciario, tecnicaturas y títulos intermedios en universidades en distintos puntos del país. En este marco cabe destacar que en el mes de diciembre de 2015, en sesión Acompañante Terapéutico Rosario extraordinaria, el Honorable Consejo Directivo (HCD) de la Facultad de Psicología de la UNC aprobó la creación de la carrera de Acompañamiento terapéutico rosario. La posibilidad de tener una formación oficial en una universidad nacional pública y gratuita es el logro de una larga lucha que beneficiara no solo a los

acompañantes sino sobre todo a la población que utiliza el recurso del AT. Tanto la sanción de la ley en Córdoba así como la creación de carreras universitarias de trayectoria que brinde una formación oficial, adecuada y seria del rol, darán el marco necesario para Acompañante Terapéutico Rosario la consolidación de un nuevo rol profesional enmarcado en una ley y una ética profesional. Cotidiano /Dispositivos en AT “Los dispositivos tienen, pues, como componentes líneas de visibilidad, de enunciación, líneas de fuerzas, líneas de subjetivación, líneas de ruptura, de fisura, de fractura que se entrecruzan y se mezclan mientras unas suscitan a otras a

través de variaciones o hasta mutaciones de disposición.” Gilles Deleuze, ¿Qué es un dispositivo? AT en lo cotidiano, una clínica en las fronteras Luciana Chaui Berlinck1 Todo dia ela faz tudo sempre igual Me sacode às seis horas da manhã Acompañante Terapéutico Rosario Me sorri um sorriso pontual E me beija com a boca de hortelã Todo dia eu só penso em poder parar Meio dia eu só penso em dizer não Depois penso na vida pra levar E me calo com a boca de feijão Seis da tarde como era de se esperar Ela pega e me espera no portão Diz que

está muito louca pra beijar E me beija com a boca de paixão (Cotidiano, Chico Buarque) Estos versos de una canción de Chico Buarque hablan de la rutina, de la repetición día tras día. La Acompañante Terapéutico Rosario palabra Cotidiano, del latín quotidie, significa, la rutina de cada día y de todos los días. Sin embargo, el libro de Certeau llamado “La invencion del Cotidiano”, sugiere las preguntas ya desde su título. ¿El cotidiano sería una invención? ¿Cómo se inventa el cotidiano? ¿Y cuál es la relación entre el AT y un cotidiano inventado? Cuando leemos el libro de Certeau entendemos que el

cotidiano es una manera de controlar el tiempo y del espacio que las instituciones tratan de imponer al hombre común a través de rituales y representaciones. Pero si es una Acompañante Terapéutico Rosario invención de lo cotidiano, ¿será que podemos pensar en diferentes formas de control del tiempo y del espacio? Veremos entonces que la forma de control a través del cotidiano no siempre ha sido la misma a lo largo de los tiempos: En el Mundo antiguo, agrario: el tiempo está dado por el transcurso del día (nacer del sol, poner del sol); por las estaciones (siembra, cosecha). El cotidiano se define

por el ritmo de la naturaleza. En el mundo moderno, urbano, fabril: el Cotidiano se define por el tiempo de trabajo (en lugar del nacer Acompañante Terapéutico Rosario del sol, el libro de punto de la hora de empezar el trabajo; en lugar de la puesta del sol, el libro de punto de salida de trabajo); el trabajo no está determinado por las estaciones del año, pero por el movimiento de la materia prima, de la máquina y de la distribución de los productos. El cotidiano no se refiere al ritmo de la naturaleza, sino al ritmo de la fábrica. La sociedad de

la actualidad, la sociedad de consumo, es distinta. Mientras en la sociedad agraria el cotidiano controla el tiempo y el Acompañante Terapéutico Rosario espacio a través del ritmo de la naturaleza y en la sociedad fabril, a través del ritmo impuesto al trabajo, en la Sociedad de consumo el cotidiano controla a los individuos a través de la fugacidad del espacio y del tiempo, es decir, a través de la moda. En la sociedad de consumo y especialmente en la sociedad postindustrial, la ideología del elogio al trabajo permanece, pero ya no es el centro de lo cotidiano como en la sociedad fabril.

En el mundo fabril se pensaba el deseo como lo que trastornaba el orden del Acompañante Terapéutico Rosario trabajo y por lo tanto debía ser reprimido y controlado, en la sociedad de consumo el núcleo se encuentra en el elogio del deseo y en el aliento al deseo. Esto significa que el control se ejerce sobre el deseo como necesitado de satisfacción inmediata y sin mediaciones de tiempo y de espacio, satisfacción imaginariamente alcanzada a través de su supuesta satisfacción por el consumo. El objetivo preferencial de la sociedad de consumo lo constituye la juventud – las limitaciones del mercado laboral impiden la

entrada de los jóvenes en este mercado como trabajadores y Acompañante Terapéutico Rosario por eso su utilidad se moverá a otro aspecto del mercado, es decir, al consumo – por lo tanto “ inútiles “ como trabajadores, los jóvenes son” útiles “para el consumo. Se pasa, por lo tanto, del control social a través del trabajo al control social a través del deseo. Así, vemos que el cotidiano como control social -en el mundo agrario, -en el mundo fabril urbano, o en el mundo del consumo- opera como: a) La ordenación del espacio y del tiempo. b) El control social a través de

normas y valores. De esta Acompañante Terapéutico Rosario manera, la repetición y la rutina no se imponen sólo por el ritmo de la naturaleza (el mundo agrícola) y por lo ritmo urbano (mundo fabril y el mundo del consumo), sino también como formas de control social físico y simbólico, definiendo lo permitido y lo prohibido, lo correcto y lo incorrecto, lo justo y lo injusto, lo verdadero y lo falso, lo bello y lo feo, etc. -. El cotidiano es el pilar del mundo de la cultura (simbólico) y del mundo de la dominación (de clase, de género, de etnia, etc.). A través

Acompañante Terapéutico Rosario de la repetición y de la rutina, a través de las costumbres y de las opiniones, el cotidiano naturaliza la vida social y la dominación. Y volvimos a preguntar, ¿y el AT en todo esto? Si pensamos en nuestros acompañados, lo que observaremos es que para ellos, incluso más que para los demás, este cotidiano impuesto desde fuera es un cotidiano opresivo y violento, una vez que el acompañado no participa de ninguna de las formas del cotidiano. No está en el mundo agrícola, gobernado por el ritmo de la naturaleza, no es el trabajador, Acompañante Terapéutico Rosario insertado en el mercado laboral

y tampoco es el consumidor cuyo deseo puede ser controlado y estimulado. Para este individuo, el cotidiano social y culturalmente instituido no tiene ningún sentido, pero se ve obligado a someterse a él en cualquiera de sus formas. Si el acompañado sufre con esta imposición, es necesario encontrar otra posibilidad; yo diría un otro lugar. El AT surge, entonces, como un otro espacio y un otro tiempo, un hueco y una pausa en el espacio-tiempo del cotidiano. Basado en la idea de espacio transicional, el AT entra en escena como Acompañante Terapéutico Rosario intervención transicional. Según Winnicott, el fenómeno transicional se refiere a

una zona intermedia de experiencia, una tercera parte de la vida para la cual contribuyen tanto la realidad interna como la realidad externa, no siendo en sí ni una ni otra (es una tercera). El espacio transicional es un lugar de descanso para aquel que está con la difícil tarea de mantener separadas pero interconectadas, las realidades externa e interna (todos nosotros). Otro término utilizado por Winnicott para describir este fenómeno es el de la experiencia cultural, o sea, es aquí donde se encuentra la Acompañante Terapéutico Rosario cultura (y, por lo tanto, lo simbólico), pero también la creatividad que es nuestro poder

transformador. Por esta razón, la intervención del AT puede ser transformadora, pero sólo tendrá sentido si proporciona al acompañado el encuentro de su propio día a día, su propia organización, su propio espacio y tiempo, su autonomía, o sea, su propio ritmo. Para esto es necesario tener en cuenta las necesidades y el propio repertorio del acompañado. A esa idea se une otra que creemos de importancia fundamental para pensar nuestra práctica, otra forma de trabajo clínico propuesto por Winnicott Acompañante Terapéutico Rosario llamada placement. Para entender el concepto de placement podemos partir del significado de la palabra en sí, que es: ofrecer

un lugar. De esta manera, como escribe Safra: “En el placement lo que se busca es la posibilidad del individuo de ponerse en una situación que responda a sus necesidades para que pueda ser acompañado en su tratamiento”. Siendo así, el placement es de hecho un gran modelo para el Acompañamiento terapéutico rosario, una vez que en el ejercicio de su función, el acompañante, básicamente, ofrece un lugar para su paciente en contraposición al espacio puesto Acompañante Terapéutico Rosario de manera opresiva por el cotidiano familiar y social. La transposición de esta forma de trabajo clínico para el AT se puede entender mejor si

tenemos en cuenta cómo ha sido concebido el concepto de placement. Winnicott, durante la Segunda Guerra Mundial, acompañó a la evacuación de muchos niños que para ser protegidos de los ataques aéreos fueron llevados de Londres al campo inglés. No obstante, Winnicott estaba preocupado con el hecho de que, a pesar de estar protegidos de los bombardeos, estos niños eran alejados de sus lugares de origen y trasladados a otro Acompañante Terapéutico Rosario entorno y, por lo tanto, podrían sufrir una mala interferencia en sus procesos de maduración. Sin embargo, lo que le llamó la atención fue que para algunos niños estos nuevos

ambientes ofrecían una experiencia importante de estabilidad y continuidad que no existían en sus lugares de origen. Por lo tanto, el placement fue visto por Winnicott como una posibilidad significativa de intervención clínica. Si pensamos, a continuación, en los casos psiquiátricos vemos que el placement, al permitir que el paciente experimente un otro lugar en el mundo, es decir, que se le dé otra referencia, Acompañante Terapéutico Rosario resignifica su experiencia original y pueda tener otro punto de vista, más objetivo, de su ambiente. De este modo entendemos la importancia de esta modalidad de intervención clínica para el AT que ocurre a través

de la comprensión de las necesidades básicas del acompañado. Estas necesidades aparecen en gran parte en los encuentros realizados con el acompañante que, a partir de su percepción de la manera de ser del sujeto, da lugar a la aparición de su singularidad y permite tanto que él sea visto en su singularidad como la posibilidad de crear un lugar Acompañante Terapéutico Rosario sostenido por el acompañante en el que el paciente se siente reconocido y pueda lograr los beneficios de la transferencia, a la cual Safra describe “como un lugar desde donde se puede llegar a reencontrar su propio gesto delante a

un otro ser humano, y de esta manera tener perspectiva de posibles planes de futuro para sí mismo”. Esto significa que el placement, en tanto oferta de lugar, opera como rotura del control del espacio y el tiempo de un cotidiano impuesto y opresivo. El acompañado deviene entonces un sujeto capaz de autonomía y, por Acompañante Terapéutico Rosario lo tanto, sujeto ético. En la medida en que la ética es inseparable de la figura del sujeto racional, voluntario, libre y responsable, tratar al acompañado como si fuera carente de razón, voluntad, libertad y responsabilidad sería tratarlo no como humano, sino como cosa. Y

corremos el riesgo por la rutina del cotidiano de “cosificar” al sujeto. Si además tenemos en cuenta el hecho de que vivimos en una época en la que las nuevas formas de subjetividad surgen por la ausencia tanto del rostro del Otro como de un lugar ético, el Acompañamiento terapéutico rosario Acompañante Terapéutico Rosario debe ser tomado como una modalidad de intervención clínica fundamental en el mundo contemporáneo, ya que el hecho de que el sufrimiento del acompañado sea contemplado y se le ofrezca un lugar, permite el encuentro y la constitución de sí mismo. Pero no sólo eso. Además de la esfera individual

o de la vida privada, donde actúa el sujeto ético, el acompañado también es visto como un sujeto capaz de convivir en un espacio social. Entonces, por la propuesta misma de su trabajo, el at acaba siendo un profesional que puede ser pensado como sujeto Acompañante Terapéutico Rosario social, como participante de un trabajo colectivo y al ejercer su práctica de manera descentralizada, integrada y democrática, con respecto a la persona con trastorno mental, en sufrimiento psíquico o vulnerabilidad social, es capaz de facilitar a los acompañados su inclusión como ciudadanos en el proceso terapéutico. El Acompañamiento terapéutico rosario como una herramienta para la

ciudadanía, ya que su objetivo es sacar al paciente del encierro interno y externo en el que está confinado. Es decir, tratarlo como un agente ético y como a un ciudadano. La posibilidad de deshacer lo cotidiano como control y Acompañante Terapéutico Rosario herramienta de exclusión, y de volver a crear un nuevo espacio y un nuevo tiempo en que el acompañado tenga existencia ética y sociopolítica como ciudadano, explica por qué, desde antes de que se creara como Acompañamiento terapéutico rosario, esta práctica tiene un fuerte vínculo con las cuestiones de las reformas psiquiátricas; sin embargo es capaz de hacer una contribución que

excede los límites impuestos a estas reformas. Pensamos, entonces, la frontera, la clínica en la frontera como este espacio transicional de relajamiento, de descanso, así como la que está en el límite, en el borde, Acompañante Terapéutico Rosario entre el orden y el control establecidos e impuestos socialmente y el desorden y el no control del acompañado. En otras palabras, el espacio transicional es en sí, una frontera entre la realidad interna del acompañado y la realidad externa del cotidiano familiar, social y cultural; un cotidiano que excluye al mismo tiempo que trata de mantener el control sobre él. Aquel que no se

ajusta a las construcciones sociales y culturales, al espacio-tiempo y a las normas y valores del cotidiano socio y culturalmente instituido es excluido como alborotador y peligroso. Pero por el Acompañante Terapéutico Rosario contrario, la experiencia de un espacio transicional y del placement son experiencias en que el AT derriba muros culturales y desplaza fronteras, gracias a una nueva construcción del espacio como lugar y del tiempo como presente y futuro propios o la creación de un otro cotidiano que no está marcado por el control y por la vigilancia ni por la exclusión psíquica, ética y social. El AT es entonces el

encuentro que permite crear otro espacio-tiempo y, por lo tanto, un nuevo orden de vida que tenga sentido para el acompañado. Termino con un recorte Acompañante Terapéutico Rosario de otra canción de Chico Buarque llamada Construcción. En esta canción vemos a Chico acompañar su personaje que va dando nuevos significados, más locos y atrevidos a sus vivencias; tal como nosotros, ats, seguimos a nuestros acompañados: Amou daquela vez como se fosse a última Beijou sua mulher como se fosse a última… Subiu na construção como se fosse máquina Ergueu no patamar quatro paredes sólidas Tijolo com tijolo num desenho mágico… Bebeu e soluçou

como se fosse um náufrago Dançou e gargalhou como se ouvisse música E tropeçou no céu como se fosse um Acompañante Terapéutico Rosario bêbado E flutuou no ar como se fosse um pássaro… Morreu na contramão atrapalhando o tráfego Amou daquela vez como se fosse o último Beijou sua mulher como se fosse a única… Subiu a construção como se fosse sólido Ergueu no patamar quatro paredes mágicas Tijolo com tijolo num desenho lógico… Bebeu e soluçou como se fosse máquina Dançou e gargalhou como se fosse o próximo E tropeçou no céu como se ouvisse música E flutuou no ar como se

fosse sábado… Morreu na contramão atrapalhando o público

 

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