En los adultos mayores la retención de líquidos es bastante común. Por mala alimentación, inactividad o problemas físicos que ya vienen de antes. Si notás que tus tobillos o tus pies están más grandes y te resultan más difíciles de mover, es por los líquidos que se acumularon. También te puede pasar en las manos.

Si tenías un anillo se te va a volver muy difícil de sacar. Puede darse en cualquier edad, en general es más común en la tercera edad o en mujeres embarazadas. Se acentúa por los cambios hormonales o por otros problemas de salud

Si queres evitar la retención de líquido prestá especial atención si cumplís con alguno de los factores de riesgo:

  • No cuidás la manera en la que comés
  • Tenés sobrepeso
  • Exagerás con la sal
  • Tenés problemas cardíacos, renales o hepáticos
  • No tenés una buena circulación
  • Existen complicaciones con tu sistema linfático
  • Tenés hipertensión
  • No hacés actividad física ni te movés mucho
  • Tomás medicación a diario por demasiado tiempo, por ejemplo por alguna enfermedad crónica que lo requiera 

Síntomas de la retencion de liquidos

Para saber si estás reteniendo líquidos existen ciertas señales. Son iguales para cualquier edad, pero en los adultos mayores suele intensificarse porque suelen tener otros problemas. Como problemas de circulación o del sistema linfático. 

Para poder cuidarte bien de este problema, primero tenés que saber cómo identificarlo.

Estás reteniendo líquidos si:

  • Sentís hormigueo o calambres en las piernas
  • Mayor sensibilidad en las manos o pies (según lo que esté afectado) 
  • Piel enrojecida en la zona afectada 
  • Te cansas más de lo habitual en tus actividades diarias
  • Te sentis más pesado y te cuesta más moverte
  • Aparecen várices
  • A medida que pasa el día, esa parte del cuerpo, se hincha cada vez más

Lo más probable es que te aparezca en los pies. Es una mezcla entre mala circulación y acción de la gravedad. Es más difícil volver a llevar la sangre hacia arriba. Y en la mayoría de las posiciones que tenemos, sentado o parado, tenemos los pies hacia abajo. 

Cuidate contra la retención de líquidos

Si no querés tener este problema o querés minimizarlo, es cuestión de una buena alimentación y hacer ejercicio. No es necesario agregarle sal a todo ni en tanta cantidad. Hay muchas comidas sanas que son deliciosas. Tu familia no está afuera de esto, podés pedir ayuda para que te sea mucho más fácil cuidarte.

  • Hace ejercicio. No es necesario que te mates en el gimnasio. Puede ser algún deporte tranquilo, salí a caminar o correr. Algo que disfrutes.
  • No estés tantas horas sentado, menos con las piernas cruzadas. Y mientras estés en esa posición mové las piernas o date masajes. 
  • Ni se te ocurra usar ropa tan ajustada, es muy mala idea
  • Si elevás la parte del colchón donde van tus pies, estos van a quedar algo levantados mientras duermas
  • No comas con tanta sal
  • No comas tantos fritos ni rebozados
  • Tomá suficiente agua al día
  • Armá una dieta saludable con suficiente cantidad de nutrientes y vitaminas según tus necesidades. No olvides incluir frutas, verduras y legumbres
  • Evitá los lácteos enteros, las conservas
  • Evitá el calor directo en los pies
  • Al final de cada día date un buen masajes de pies y piernas con un gel frío